Una vida entera, cincuenta años han pasado ya y aquel compañero del colegio San Ignacio de Loyola lo tenía de nuevo sentado junto a mi -aunque siempre un poco por delante, en cursos, en filas y en edad- presenciando la primera actuación de su nieta, junto a mi nieta -un poco mayor la suya que la mía-. Y su próstata también fue antes que la mía. Un maestro.
2 comentarios:
No deberías haber puesto datos personales suyos...a veces molestan al referido....
Jose
vecino y familia de toda la vida!
chiqui
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