Es verdad que con lo del calendario de la Virgen de La Fuensanta tiraron la casa por la ventana, pero Pepe le dijo a Lorena que encima podían tener problemas porque también tenían clientes no creyentes, así que Pepe pensó en los tradicionales de cartera para completar la faena. Al menos -decía- estos les gustan a todos: cristianos, musulmanes y agnósticos.
3 comentarios:
¿Y para las clientas no creyentes no ha pensado en nada Pepe?
Eso lo habrá pensado Lorena.
Yo creia que esos calendarios eran de mecanicos no de carniceros
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