03 enero 2013

La terraza del cura en Vistabella fue mi primer espacio de juego. Antiguamente no tenía estas rejas de ahora y en una primera época lo recuerdo vagamente como un lugar cerrado y lleno de macetas; posteriormente estuvo totalmente despejado y libre al paso, por lo que se convirtió en nuestro lugar favorito para reunirnos, jugar al escondite o al churro, mediamanga y mangotero, para montar a caballo, escalar por las paredes, para soñar...

Una casita en Canadá by Elder Barber on Grooveshark

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todo se ha ido cercando. Los llamados Ies son ahora jaulas. Dificil soñar.