La terraza del cura en Vistabella fue mi primer espacio de juego. Antiguamente no tenía estas rejas de ahora y en una primera época lo recuerdo vagamente como un lugar cerrado y lleno de macetas; posteriormente estuvo totalmente despejado y libre al paso, por lo que se convirtió en nuestro lugar favorito para reunirnos, jugar al escondite o al churro, mediamanga y mangotero, para montar a caballo, escalar por las paredes, para soñar...
1 comentario:
Todo se ha ido cercando. Los llamados Ies son ahora jaulas. Dificil soñar.
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