13 febrero 2013

Este cuadro, de un metro de alto por dos de largo, con un flamboyant rojo en primer plano sobre campito verde y cielo tropical de fondo, presidía el salón restaurante del hotel en el que nos alojábamos en Santo Domingo. Y es curioso comprobar cómo nos define a hombres, grupos o pueblos, el gusto pictórico que se gasta en cada casa, en cada pueblo o en cada región.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que bonito cuadro, de estos árboles también tenemos en Veracruz, son hermosos.