23 marzo 2014

Ayer oí decir en cierta tertulia que la marcha por la dignidad era la voz del pueblo y que el gobierno debía oír la voz del pueblo. Y uno, sentado delante del televisor, pensaba: "yo no debo formar parte del pueblo". Pero, ¿quién me ha sacado de él? ¿quién me quita mi voz? Uno puede reconocer que somos un pueblo donde ciertos valores sociales andan un poco mermados, o puede estar en contra de las posturas gubernamentales en tal o cual materia, pero de eso a tomar la capital de España para exigir un cambio de sistema, va toda una larga marcha, nunca mejor dicho. Para uno la bandera de España, la roja y gualda, la constitucional, sigue siendo el emblema que representa, no ya un territorio o una historia, sino un proyecto de unidad, de igualdad y de progreso, un proyecto que construimos entre todos con el menos malo de los mecanismos de consulta de voluntades que se conocen, el voto. Si no me gusta la monarquía, o el gobierno, o la integridad territorial, o la madre que me parió, puedo cambiarla DEMOCRATICAMENTE con mi voto. Todo lo demás me huele a oscuros y peligrosos intereses particulares. Como la marcha por la dignidad, una cosa que creo seguir teniendo habiéndome quedado en casa esperando educadamente que llegue mi turno para expresarme libremente.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Estoy con todo lo que dices Juan. Es lo que uniformiza las verdades de todos.

Jose

elzo dijo...

Se puede decir más alto pero no más claro. Un saludo.

La Pecera dijo...

Muy acertado tu comentario, que resume los que muchos pensamos de todo ésto; podemos tener opiniones distintas e incluso enfrentadas sobre muchas cuestiones, pero no podemos confundir los gritos de unos cuantos con la voz del pueblo, no debemos consentir que las urnas sean sustituidas por las pìedras. Muy elocuente la foto.

Anónimo dijo...

Manifestarse también es una de las formas de expresar DEMOCRATICAMENTE lo que uno opina. Es muy fácil quedarte en una magnífica casa, con una magnífica forma de vida, viendo crecer sanos a los tuyos, educadamente escribiendo esto y viendo como se derrumban tantas cosas, derechos y logros a tu alrededor. Hay que tener coraje , y ser valiente para salir a la calle a expresarlo, aunque sea duro, manifestaciones como estas han cambiado el rumbo de muchos países, esperar a las urnas 4,6 años es enterrarte en vida, esa vida que quieren defender los que con todas las incomodidades del mundo han ido a Madrid. Conozco a varias personas que lo han hecho y alabo su valentía. El que haya una panda de "animales" entre miles de personas no las hace desmerecer ni les quita el gran valor que socialmente tienen.

Juan Ballester dijo...

Yo no he dicho que la manifestación o la marcha no fuera demócrata. He dicho que oí a un tertuliano decir en televisión que la marcha por la dignidad era la voz del pueblo, y eso ya me parece excesivo porque yo no estaba allí y también me considero del pueblo. En fin, que ya va uno teniendo cierta experiencia como para saber ver un poco más allá, de unos y de otros. Ah, y para mi sigue siendo sospechosa una manifestación en donde no aparecía ni una bandera española. Yo no me siento monárquico, ni voto al PP, pero mi bandera -la del pueblo español- no estaba por allí, al menos yo no la vi en ninguna imagen de los cientos que se han difundido. Tomar la calle por miles o millones de personas puede ser un gesto muy democrático, pero el sistema -o sea, el marco convivencial que actualmente tenemos- no lo pueden cambiar ni una, ni miles de manifestaciones como la del sábado, llámense pro-vida o llámense por la dignidad. Ese sistema que tanto daño parece hacer desde hace solo dos años y pico, lo podéis cambiar votando a partidos que proponen cambiarlo, de verdad. Yo voto a uno de ellos, uno que de momento no ha tenido mayoría para ello.

Anónimo dijo...

Ni lo tendrá,estudia las raices de la que fundo el Partido....y si te sigue gustando VOTALO, lastima de voto!!!86898963

Juan Ballester dijo...

Pues si no lo tiene será por voluntad popular, por la voz del pueblo, y lo acataré, pero seguiré intentándolo mientras pueda.
Y en relación a las raíces -de cualquiera- solo te puedo decir que yo creo en el cambio y la evolución. Hasta entendería que muchos/as como tu os volvieseis franquistas convencidos de toda la vida.