Ayer tuve una agradabilísima noticia: mi amigo Ibrahim Karin ha vuelto, está bastante bien y lleva unos días trabajando en El Mirador. Me jura y perjura que ya no bebe ni fuma y que ha decidido trabajar duramente para poder volver con dinero a su país. Y uno, que sabe fehacientemente lo débil que es, reza para que por fin todo le salga bien. Se lo merece.
2 comentarios:
De los misterios de la mente humana...
Jose
Gran noticia, espero que le vaya bien... Si siguiera en San Cayetano hubiéramos sido hasta vecinos.
Piñero
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