10 junio 2014

Ayer tuve una agradabilísima noticia: mi amigo Ibrahim Karin ha vuelto, está bastante bien y lleva unos días trabajando en El Mirador. Me jura y perjura que ya no bebe ni fuma y que ha decidido trabajar duramente para poder volver con dinero a su país. Y uno, que sabe fehacientemente lo débil que es, reza para que por fin todo le salga bien. Se lo merece.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De los misterios de la mente humana...

Jose

Anónimo dijo...

Gran noticia, espero que le vaya bien... Si siguiera en San Cayetano hubiéramos sido hasta vecinos.

Piñero