LOS GUERREROS DEL
TIEMPO
(De José Javier Ballester)
Por
alguna razón desconocida, o simplemente por cualquier designio evolutivo, la
tecnología siempre ha sido el motor del progreso humano; desde el famoso hueso
volando con el que Stanley Kubrick en “2001: una odisea del espacio”, relacionaba
directa y visualmente el descubrimiento de la tecnología por los primeros
homínidos, con las últimas naves espaciales del siglo XXI, el hombre no solo ha
cambiado su forma de ser, o de estar en el mundo, sino también su mirada sobre la interpretación del
cosmos y sobre sí mismo. Desde este planteamiento de hombre
máquina como devenir inevitable de la conciencia, José Javier Ballester ha
indagado en el origen tecnológico de la vida buscando el ejemplo a imitar –todo
existe desde siempre, solo hay que descubrirlo-. Este ejemplo a seguir lo
visualiza en el elemental -y al mismo
tiempo perfecto- mundo de los insectos. Sabemos que nos anteceden en millones
de años, como sabemos que están desarrollados para sobrevivirnos en otros
tantos, de ahí que sus espectaculares cuerpos –tan primitivos como futuristas,
según se mire- le sugieran ese origen desconocido de la evolución tecnológica
humana.
Decíamos antes:
tan primitivos como futuristas,
fundiendo así los extremos de nuestro tiempo en un único tiempo total, más
completo, más perfecto, más exacto, pero por otra parte menos tangible. Y es
desde ahí, desde este sentimiento del tiempo cósmico, desde donde parecen
llegarnos estos insectos voladores de José Javier Ballester. ¿Qué otra cosa si no
podrían representar estos mecanismos de relojería dentro de sus mismas
entrañas? Surge así la metáfora del tiempo, del paso lento del tiempo como
síntoma de la vida: formas atemporales frente a ritmos universales.
Juan Ballester.
(Foto: JB)
(Foto: JB)
1 comentario:
Buenos días.
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