¿Somos realmente conscientes de lo que nos influyen las tecnologías? Observando esta imagen pensé en la diferente concepción que se tenía del mundo cuando apenas se hacían fotografías: A nadie se le ocurría, por ejemplo, saltar de un banco para ser fotografiado. Esa actitud -la de buscar lo más original-, lógicamente viene determinada por la sensación previa de que hoy todo está hecho y de que para ser mirado -identificado- hay que ser distinto. Ser uno mismo ya no cuenta; ahora se trata de ser otro, distinto, diferente. Pero, ¿en qué se traducirá fisiológicamente este cambio de mentalidad y de vida? ¿Nos saldrán alas para volar?
2 comentarios:
Buenos días.
No creo.
Más bien nos saldrá algún miembro que nos ayude a hacer el gilipollas.
Jaja
Ese miembro, ya lo tenemos.
Jose
Publicar un comentario