20 marzo 2018


La estuve observando pues llevaba varios minutos sin cambiar de postura y mirando al frente, aunque tampoco dejaba de dibujar. Me acerqué disimuladamente por su espalda para ver lo que hacía en esa pequeña libreta -eran unos pequeños trazos que recorrían un camino informe, como por azar- y, al no entenderlo le pregunté: "el sonido, dibujo el sonido", me respondió.  Se llama Madeline Nicholson y, cómo no, se dedica al arte. Ah, pasaba una procesión.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Bonita historia.