28 mayo 2018


Lo vi venir y me dirigí a él: Perdón, ¿te puedo hacer una fotografía? ¿A mí, por qué? Por el pelo tan raro que llevas. Me dijo que sí, me posó como le pedí, me dijo que se llamaba Jose, le di las gracias y se fue. Claro, todo fue como una anécdota más de mi vida, como un instante más de mi paso por el mundo que me ha tocado, pero hoy, mirándolo detenidamente, sé que soy él también, solo que en otro sitio y otro tiempo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.