03 enero 2019

Si son unos simples rayajos es casi un acto de vandalismo, pero si esos mismos rayajos alguien los firma -y los explica- valen cientos de millones. Algún paleto soberbio, venido a más, pica, ¡¡vamos que si pica!!, sobre todo si un galerista y sus medios afines le cuentan el cuento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.

Amén.