10 febrero 2020

Se llama Paco Soto, es guitarrista flamenco y el sábado pasado actuó ante un reducido grupo de aficionados en la Cueva del Flamenco de Lorquí. Personalmente prefiero el flamenco cantado, más que el flamenco puramente instrumental, pero debo reconocer que este chico tiene un don, es un creador: cuando sus dedos y su alma se han calentado, la música fluye con una inercia, como una especie de cumplimiento irremediable. Terminas oyendo lo que tiene que ser, a pesar de su virtuosismo o de tu impaciencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días a los dos.