18 abril 2021

Con lo que más disfruto cuando hago un retrato es cuando el retratado empieza a dejarse llevar, cuando abandona sus resistencias y consiente que lo vea desde su propio interior. Manuel Páez, como muchos otros, ofreció cierta resistencia, pero muy pronto dejó entrever su enorme melancolía y su soñada vocación salzillezca.
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días a los dos.