Retrato de Soren Peñalver
LÍNEAS PARA LEER EN MI TRÁNSITO
de la plaza de la iglesia a mi cuna,
sabían que el nacimiento es solo un sueño
y un olvido. El alma que mostraba la sonrisa
de mi madre y mi cuerpo menudo al agitarse
estremecido de vida, venían de lejos;
de otra parte, su punto de partida.
Nuestra vida entera está al servicio
de la memoria de lo que nos precedió
y es la nostalgia de lo desconocido.
El árbol viejo maltratado por el vendaval
y del que los pequeños del pueblo tomaron
los ramos verdeargentados, se renovó;
sus hojas y el viento el secreto guardan
de nuestra próxima encarnación, y su rumor
escuchamos...
A la sombra del álamo,
sentado junto a los ancianos aquí
reunidos, sigue el niño que fui.
Soren Peñalver
1 comentario:
Buenos días a los dos.
Bonitas palabras del poeta.
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