23 marzo 2013

Vas en tus cosas caminando por la calle y de repente algo te llama la atención repentinamente sacándote de tu acomodo reflexivo; es algo concreto, puntual, algo que en un primer instante no identificas pero que poco a poco se te va revelando: ¡esa nariz me suena! Después de hacer la foto me metí en el bar disimuladamente para intentar reconocer a su dueño y claro, era un compañero del colegio, o del instituto, o un vecino de mi barrio de niño -no lo ubico bien en el lugar, pero sí en el tiempo- Sí, indudablemente era aquella nariz que ya entonces me llamaba tanto la atención y que aún, por supuesto, seguía siendo su dueño el que la llevaba. Y así, un tanto emocionado por haberla vuelto a encontrar, seguí mi camino y volví de nuevo a mi dulce acomodo de caminante ciudadano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Calle Correos esquina a San Antonio, el luminoso reflejado le delata

Anónimo dijo...

Hoy cumpliría 90. Felicidades mamá. No se olvida.

Jose

irazzun dijo...

Una nariz con personalidad propia,y que al verla delante de esa cara pensativa he pensado en otra nariz aún más representativa, la nariz con más personalidad y estilo de los años setenta en Murcia, y que no es otra que la nariz de Charo la musa de José Luis del mítico negro, obviamente ambas narices son hermanas.


Un saludo, he llegado hasta tu página por casualidad y como me a gustado volveré a hacerte una visita.