29 abril 2010


Tras el saltamontes chafado la piña roída, y tras la piña un tampax usado. Seguro que a muchos de vosotros os dará asco -ya me estoy imaginando a Toñi poniéndome verde-, pero este descubrimiento no sólo me gustó, sino que me enriqueció considerablemente el tesoro. Un tampax usado y tirado en medio de una carretera por el monte; ¿qué maravilla, no?: las prisas, la pasión, la desinhibición, seguramente la luna acompañándolos en las horas furtivas, sus vidas entrecruzadas junto a la mía y ahora a las vuestras..., un valioso vestigio de la humanidad, una verdadera joya.


4 comentarios:

Anónimo dijo...

a que olía? quageraba todavía? según tu ojo clínico cuanto llevaba en el lugar? lo metiste en bolsita independiente para no contaminar los otros tesoros?. El Barsa a tomar por .... y mientras esto sucedía estaba viendo Océanos en el cine. Lloré.(No por el BArca). Espectacular. No os la perdáis es impresionante y por desgracia, no creo que tarden en desprogramarla.


Jose

Anónimo dijo...

Mare meua, Juan. Te veo en breve fotografiando un moco pegado debajo de una mesa!!!.

Jkn.

TOÑI dijo...

Puedo darte la razon en "vestigio de la humanidad",de la humanidad guarra.Seguro que nos da asco,por eso no nos recreamos en analizarlo como tu.Te puedo ver esta mañana,con risa pensando que te pondria verde, pues no quiero defraudarte...."so guarro".

Anónimo dijo...

¡Joder, joder!

Siguen las firmas.

Imagino a los pajaritos del bosque, a tu paso, mirándote con los ojos como platos, sin dar crédito a sus ojos.

ANÓNIMO