09 septiembre 2010


Estaba un par de mesas más allá de la mía, solo, fumando un cigarrillo y tomándose su café. Sentí envidia -y vergüenza- ante su imagen segura, su determinación, su fuerza.

3 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Buen retrato.

Anónimo dijo...

La foto muy bonita,yo mirandola no siento vergüenza,tal vez un poco de envidía si,por ser capaz de superar las adversidades de la vida que le toco.Yo no me siento con fuerza.

Marian Ch dijo...

Me gusta muchísimo.

Y sí,si nos toca también tendriamos la fuerza.

Si me das tu permiso, me gustaría ponerla en mi blog indicando por supuesto tu autoría.