Ayer tarde en la cafetería Ipanema. En una mesa que tenía al lado una chica enfrascada con su móvil y en la otra un chico con los auriculares puestos metido en su mundo. En la mía otro solitario con una cámara que los mira un poco triste mientras piensa: ¿qué hacemos tan separados los tres? ¿por qué somos tan insensibles a la maravilla de habernos juntado en el tiempo y el espacio?
5 comentarios:
Y digo yo, quizás es el único momento del día para pensar, para evadirse, para relajarse... cabría preguntarse ¿por qué están solos?
Pues yo que sé; porque esto es así, porque somos así. Qué más da. ¡¡¡Venga!!!
Está claro que esta entrada, como la del día 20, como las muchas anteriores que periódicamente cuelgas en este blog, corresponden a una persona sola, muy sola, que incluso parece regodearse, acomodarse en esa soledad. Pero, a la vez se aísla en otras muchas entradas. De vez en cuando necesita imperiosamente contactos.Y contacta con lo mas variopinto. No te conozco, o quizás si.¿Puedo hacer una pregunta simple? ¿En tu círculo mas cercano familiar y de amistades hay algún muro que no consigues franquear?¿Crees que son ellos los que ponen el muro si es que lo hay?.Tal vez se defienden de ti o tu de ellos.
Yo creo que simplemente disfrutan de un café o una fanta naranja.Que llevan sus vidas para aadelante como pueden y lo hacen omplicándoselas un poco mas haciendo cosas que no les deja disfrutar de lo que pretenden hacer.Si lo hicieran te habrían descubierto.
La manía de no estar en lo que estamos nunca.
Para la sociedad cuanto mas llevas en danza a la vez mas válido eres.Solemne tontería.
Jose
Que angutias,que pesadez,cuanto tratar de dar pena,¿no puedes cambiar un poco?.
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