La cara es siempre el espejo del alma, pero a veces el alma huye, dejando en la cara su otro sabor.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Son un imán para ti estos ojos Marian, o lo es su mirada. Porque estos ojos no miran hacia fuera, no quieren mirar fuera y miran dentro. O no quieren mirar dentro e intentan mirar fuera pidiendo ayuda. Su alma en esos recorridos se pierde y da como consecuencia, la mirada perdida.
2 comentarios:
Son un imán para ti estos ojos Marian, o lo es su mirada. Porque estos ojos no miran hacia fuera, no quieren mirar fuera y miran dentro. O no quieren mirar dentro e intentan mirar fuera pidiendo ayuda. Su alma en esos recorridos se pierde y da como consecuencia, la mirada perdida.
Jose
Pues esa mirada perdida es hermosa. Yo la sostengo en la mía, melancólica y aturullada.
Publicar un comentario