30 enero 2013



Por suerte, hay un tenue resplandor benéfico, una sigilosa forma de dignidad postrera, una especie de tabla de salvación que acecha y que se yergue tras el cristal borroso de una pesadilla, de cualquier pesadilla. No sabemos qué nombre darle exactamente, pero eso mismo es lo que al despertar de un mal sueño nos reconcilia con nosotros y con esas verdades nuestras que llamamos cotidianas y que tan insoportables nos parecen.

Pedro López Martínez.
Fragmento final del cuento: "Historia de mis vecinos".
"La sonrisa del ahorcado" (Cuentos 1987-2012).

Nuestro amigo Pedro López Martínez, del que ya os hablé con motivo de su blog, acaba de publicar su primera obra narrativa con una serie de cuentos escritos durante los últimos veinte años. El libro, aún caliente, ya lo tienen en Diego Marín y os lo aconsejo, pero encarecidamente, sabiendo que la escritura de Pedro no solo entretiene, sino que forma, que ilumina. Es uno de esos pocos autores que cuando uno los lee se suele decir: ¡claro, claro, era esto, no podía ser de otro modo! Es decir, que no buscan, solo encuentran. Enhorabuena Pedro y muchas gracias.

2 comentarios:

Marian Ch dijo...

Estoy esperando su llegada a mi buzón. Si me gusta lo recomendaré por estas tierras.

Marian Ch.

Anónimo dijo...

sin cumplidos, merece la pena leerlo, aunque yo solo puedo hablar por lo que escribe en su blog y esa muestra creo que dice mucho de su compromiso con las palabras. le deseo toda la suerte del mundo.