Candidatos de UPyD durante el acto del sábado pasado en el teatro Galileo de Madrid. Foto: JB

UPyD será mi opción política el próximo domingo. Y quizá sea la primera vez en mi vida que voto con ilusión y con responsabilidad, con conciencia de saber lo que estoy haciendo y en quién estoy depositando mi confianza para las cuestiones políticas. Posiblemente no consigan sacar ni un diputado -ojalá no sea así-, pero solo de pensar en el asco que siento cuando "otros" intentan condicionar mi voluntad política, ya sería suficiente para votarlos, aunque hay más: Un partido que desde hace ocho años no solo promete acabar con la corrupción, sino que emplea gran parte de sus recursos en poner denuncias para acabar con ella, merece ser apoyado; un partido que lucha por conseguir la auténtica y efectiva división de poderes, merece ser votado; un partido que plantea la igualdad de hombres y territorios o la recuperación para el estado de las competencias en materia de sanidad y educación, merece ser valorado; un partido que el día siguiente al atentado de Kabul cierra su acto electoral, puestos todos en pie y oyendo orgullosos el himno nacional, es mi partido y mi voto, aunque perdamos.