09 abril 2017


Y claro, pasar dos horas en una de sus clases de escultura y modelado en la Facultad de Bellas Artes, aparte de un privilegio, daba para mucho. Era en ese ambiente, entre alumnos, modelo y profesor, donde pude expresar una angustia personal por el actual panorama artístico, por la extraordinaria y dañina influencia de la imagen en el arte plástico y, sobre todo, por la ceguera que nos afecta a todos en relación con la percepción de la realidad. Aunque -lógicamente- Manuel Páez no estaba totalmente de acuerdo, al menos lo estaba en parte. Todo un avance y una puerta a la esperanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenos días.