
Del fondo de qué vetas cada vez más difíciles
Podremos todavía arrancar algún bloque
De lentitud maciza
Esa lenta entereza que necesitamos
Para escuchar aún a la dolida tierra
Diciendo su destino bajo el cielo
La tierra que aún se aferra con esfuerzo a lo suyo
Que aún quiere mayormente desplegarse
Y dar pie a la inmortal obstinación de lo diverso
Mas no nos dejen olvidar los dioses
Que tan sólo podemos escuchar de veras
Aquello a lo que hablamos.
27 oct 07
Tomás Segovia